Tarde o temprano va a haber que hacer exámenes “online”

A pesar de la política educativa “del todo vale” que practica el MEFP y las consejerías de educación, como ya he escrito en días anteriores, va a haber que tomar medidas encaminadas a que los alumnos reciban clases de verdad a distancia y hagan exámenes que valgan para las evaluaciones y pasar curso.

Tengo la experiencia de haber hecho exámenes de verdad con Moodle, o sea válidos para la nota, hace unos cuantos años y cada alumno desde su casa. Lo hice por experimentar con mis alumnos de informática de 1º de bachillerato. Y fue bastante interesante:

Para intentar en lo posible evitar problemas y fraudes, el examen se podía hacer solamente durante un período de tiempo restringido, media hora y todos a la misma hora. Entonces las redes sociales estaban empezando y casi nadie tenía Whatsapp. Curiosamente, los únicos problemas que tuve fue de un par de alumnos a los que, “casualmente”, ese día se les estropeó el ordenador o internet. No tengo muy claro si los demás copiaron.

El hacer exámenes desde casa, hoy en día, tropieza con dos problemas:

La honradez del estudiante ante el examen

El primero es el de la honradez del estudiante. Mi hermano mayor estudió en un colegio preparatorio para la academia militar. Me contaba que en su colegio daban su palabra de no copiar en los exámenes y nadie los vigilaba. Ni nadie copiaba.

En algunos MOOC, al inscribirte aceptas el compromiso de hacer personalmente las tareas, vamos algo parecido a lo del colegio de mi hermano.

Los profesores de ESO y bachillerato, por el contrario, llevamos años asistiendo al aumento de la falta de honradez de muchos alumnos y a la defensa a ultranza de sus padres, de la administración educativa e incluso de otros profesores, de los alumnos sorprendidos copiando en los exámenes.

El resultado es que muchos profesores prefieren “hacer la vista gorda” y no meterse en líos cuando sorprenden a un alumno copiando. Mi profesor de Botánica de la universidad, empezaba los exámenes diciendo: “Señores, está permitido copiar, eso sí siempre que ni yo ni ninguno de mis colaboradores, les vea, porque en ese caso les garantizo que no acabarán la carrera en esta universidad”. Bravo. No creo que ni en la Universidad alguien se atreva a hacer algo parecido hoy en día.

La tecnología al rescate

La tecnología es una gran ayuda para no tener que correr riesgos sociales ante determinadas situaciones. Desde la persona de detrás de un mostrador que te dice “que el sistema no se lo permite”, hasta aplicar impersonalmente todo tipo de medidas: multas, etc.

En el caso de los exámenes o tareas a distancia, hay mucho camino por recorrer y, como siempre, no va ser fácil ni barato, por lo menos de momento.

En Moodle existe la opción de que el alumno instale un software de navegación segura, que impide que mientras el examen esté abierto, pueda abrir otras pestañas o ventanas.

El Navegador de Examen Seguro se ofrece bajo una licencia Mozilla Public License. La aplicación está disponible para Windows, macOS y iOS como código gratuito (freeware)”.

Nada impide, sin embargo, que el alumno sea suplantado por otra persona con mayor nivel, un hermano de un curso superior o un profesor particular, que de todo hay en esta vida o que tenga apuntado todo en algún sitio.

Existen sistemas de pago mucho más sofisticados, como Smowl. Esta mañana un buen amigo me preguntó por él y no pudo por menos de insertar su vídeo publicitario para “poner los dientes largos” a todos los que practicamos la enseñanza a distancia.

Esta empresa vende sus servicios a 7 dólares el examen por alumno. ¿Tendrán las universidades o las consejerías de educación que comprarlo para la próxima selectividad?

Habrá que esperar.

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